Con el repollo ocurre como con la berenjena en verano, no es evidente cómo cocinarlo. Y sin embargo, es un delicioso y muy completo producto de la huerta. Cuando está en temporada es crujiente y dulce, atributos que saca a relucir esta receta. El bacon ejerce de condimento y no debe tener un rol principal en el plato así que debemos controlar la cantidad que se emplea.
El ajo confitado es claramente más suave y cremoso que el crudo. También adquiere un fondo dulce, y por eso combina tan bien con el repollo.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS
- Repollo liso o rizado 1ud
- Ajo 2 cabezas
- Bacon 200g
- Vinagre
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal
PREPARACIÓN (Tiempo aproximado: 30 minutos)
> Precalentamos el horno a 150ºC. Mientras coge temperatura, pelamos las dos cabezas de ajo y las colocamos en un bol pequeño -podemos usar una taza también. Lo importante es que sea un recipiente estrecho que puedas usarse en el horno y que permita que los ajos se amontonen. Cubrimos con aceite de oliva virgen extra hasta que todos los ajos queden sumergidos y, cuando esté el horno caliente, metemos en él los ajos. Deben cocinarse durante 30 minutos.
> Mientras se confitan los ajos, preparamos el salteado de repollo y bacon. Cortamos el bacon y el repollo en tiras.
> En una sartén grande y caliente, doramos las tiras de bacon hasta que queden crujientes. No es necesario añadir aceite, basta con esperar a que la grasa del propio bacon se funda.
> Cuando el bacon esté hecho, lo retiramos y reservamos, asegurando que la grasa fundida queda en la sartén. Subimos un poco el fuego, casi al máximo, y añadimos el repollo.
> Salamos y lo salteamos, removiendo poco para conseguir que se tueste. A los 5 minutos, cuando el repollo esté cocinado (probamos para asegurarnos de ello), añadimos una cucharada sopera de vinagre. Salteamos 1 minuto más y retiramos del fuego.
> Incorporamos el bacon y mezclamos bien. Cuando el ajo esté listo, servimos el repollo con el bacon, añadiendo los ajos escurridos por encima.
Es primordial conservar el aceite de cocción del ajo. Se habrá impregnado de su aroma y para cocinar es una auténtica joya.