Me encanta este plato porque lo considero una buena representación de los principios de Supernormal. Es un plato que brilla, no por su complejidad ni elaboración, si no por sus ingredientes: unos magníficos huevos de gallinas de pasto y unos espárragos trigueros tan tiernos que prácticamente no hay que cocinarlos. La receta es sencilla, y adaptable a cualquier momento del año. Yo, de milagro, he conseguido mantener la apariencia de una tortilla, pero es totalmente legítimo reconducir la situación a mitad de cocción y acabar con unos buenos huevos revueltos.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS
- Huevos 3uds
- Espárragos 1ud. med/gde
- Ajo 1ud
- Jamón cocido 1/2 ud
- Leche fresca entera
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal
PREPARACIÓN (Tiempo aproximado: 10mins)
> Preparamos los ingredientes: pelamos el ajo y lo cortamos en dados pequeños; retiramos y descartamos el extremo del tallo de los espárragos, los últimos 3-4 dedos, separamos las yemas y cortamos el resto del tallo en rodajas de medio centímetro; cortamos el jamón en trozos de 1 ó 2 centímetros.
> En un bol, añadimos los huevos, un poco sal y, opcionalmente, tres cucharadas soperas de leche (este recurso es muy típico en Francia, donde se emplea para conseguir una tortilla más esponjosa y untuosa). Batimos bien. Agregamos el jamón y los espárragos -yemas y tallos- y mezclamos.
> En una sartén a fuego medio-alto, añadimos un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra y el ajo. Sofreímos, removiendo, durante un minuto y, cuando el ajo empiece a coger color, agregamos el huevo.
> Cocinamos la tortilla (o los huevos revueltos) al gusto de cada uno y servimos.