La sopa de galets es un clásico de Cataluña en Navidad. Se hace con un buen caldo casero y galets rellenos de carne, y siempre es la manera perfecta de empezar la comida: calentita, reconfortante y lista para compartir.
Lo mejor es que es sencilla de preparar: solo hace falta un poco de tiempo y paciencia mientras se cuecen los galets, y el resultado siempre vale la pena. Es de esas recetas que repites año tras año porque nunca fallan y siempre hacen que la mesa se sienta completa.
Ingredientes
- 500g de carne picada de cerdo
- Perejil
- 3 dientes de ajo
- 1 huevo
- 1 rebanada de pan de molde
- Leche (un chorrito para el pan)
- 1 pack de 500g de Paccote (si no consigues la pasta de galets)
- 1 cebolla
- Un chorrito de soja
- Pimentón
- 2 litros de caldo de verduras
- AOVE
Preparación
- Preparar la masa: empieza haciendo una masa como la que usarías para albóndigas: mezcla carne picada con huevo, pan mojado en leche, perejil, sal y un poco de pimienta hasta que quede homogénea y manejable. Esta será la base para rellenar los galets.
- Cocina los paccote: cocina el Paccote como una pasta habitual, pero menos tiempo para que queden más al dente de lo normal, y deja enfriar en un bowl con agua y hielo.
- Rellenar los galets: con cuidado, ve rellenando cada paccote con la masa preparada. No los llenes demasiado para que no se rompan al cocerlos, pero sí lo suficiente para que tengan sabor en cada bocado.
- Sofreír la cebolla: en una olla grande, añade un poco de aceite y sofríe la cebolla picada a fuego medio hasta que esté bien dorada y caramelizada. Esto le dará profundidad y dulzura al caldo.
- Añadir condimentos: cuando la cebolla esté lista, añade una cucharadita de salsa de soja y una pizca de pimentón. Remueve bien para que se integren los sabores y se desprenda todo el aroma.
- Incorporar el caldo: vierte el caldo en la olla y llévalo a ebullición. Aquí puedes usar un buen caldo casero o el de Supernormal, hecho en nuestro obrador.
- Cocer los galets: cuando el caldo rompa a hervir, añade los galets rellenos con cuidado para que no se abran. Cocina a fuego medio hasta que estén tiernos y hayan absorbido parte del sabor del caldo.
Y listo: sirve la sopa bien caliente y a disfrutar. Es un plato clásico, reconfortante y que siempre funciona en la mesa. Ideal para empezar la comida y que todos tengan ganas de repetir.
