Este arroz se preparó, literalmente, con lo que encontré en la nevera: caldo congelado, medio brócoli, tres alcachofas y un sobre de jamón abierto. Esa es la maravilla de los arroces, se pueden preparar con prácticamente cualquier ingrediente. Son un recurso delicioso para acabar con los retales y piezas huérfanas de la nevera. Tienen fama de ser difíciles de preparar, pero siguiendo los pocos consejos que os doy en la receta, se consigue un resultado buenísimo sin mucho esfuerzo ni agonía, y en menos de media hora.
INGREDIENTES PARA DOS PERSONAS
- Arroz 130g(3/4 puñados)
- Cebolla 1ud.pequeña
- Ajo 1 diente
- Tomate frito 3cuch.soperas
- Alcachofa 2 uds
- Brócoli 1/2ud.
- Jamón
- Caldo de verduras
- AOVE
- Sal
PREPARACIÓN (Tiempo aproximado: 30 minutos)
> Un buen arroz tiene siempre 3 componentes: el caldo, el sofrito y la guarnición. Los granos de arroz van a absorber todo el sabor del caldo y del sofrito. El primer truco para obtener un buen arroz es partir de un buen caldo y sofrito.
> Lo más difícil de la preparación de un arroz es calcular la proporción de arroz/caldo para asegurar que queda en su punto (un arroz duro o pasado pierde toda su gracia). La técnica descrita en esta receta consiste en añadir el caldo poco a poco, hasta que el arroz esté en su punto. Cocinar el arroz así facilita enormemente su preparación.
> Tipo de arroz: lo mejor es utilizar arroces de grano redondo (bomba, sénia), son los que más sabor absorben. De ningún modo deben utilizarse los arroces orientales como el basmati.
> Caldo: se puede utilizar el caldo que se quiera (verduras, carne, pescado, etc.). Basta con asegurar que su sabor pegue con el de la guarnición (puede que no sea una buena idea preparar un arroz con carne de cerdo y caldo de pescado...). Lo ideal es que no tenga sal. Si tiene, no se debe de añadir más al preparar el arroz.
> Empezamos con el sofrito. Los sofritos típicos en España son siempre una combinación de tomate frito, ajo, cebolla, pimentón y pimiento; dependiendo de la zona son más típicos unos u otros. El truco es siempre el mismo, prepararlos con tiempo y a fuego medio/bajo. Os describo el del arroz de la foto. En una sartén (no tiene que ser una paella como la de la foto, basta con que sea una sartén baja y grande), añadir un chorro de aceite y la cebolla picada. Rehogar a fuego medio durante 5 minutos y añadir el ajo picado lo más pequeño posible. A los 5 minutos añadir el tomate y rehogar durante 5 minutos más.
> Una vez el sofrito está listo, se añade la guarnición. Aquí las posibilidades son infinitas, carne, pescado, verduras o cualquier combinación de los tres. El arroz tarda unos 15/20 minutos en prepararse, así que lo único que hay que considerar es cuándo se añade la guarnición para asegurar que no queda ni muy hecha ni poco hecha (puede ser que tengamos que cocinarla primero con el sofrito, antes de añadir el arroz, o que tengamos que añadirla sobre el caldo cuando el arroz ya lleve un tiempo cociendo).
> Para el arroz de la foto, cuando el sofrito está hecho, se añade la alcachofa cortada (que puede ser perfectamente otra verdura o incluso una carne de cerdo, por ejemplo, o ambas), y se sube el fuego. Se saltea durante un minuto y se añade el arroz. Es importante saltear el arroz hasta que empieza a estar transparente, unos dos minutos.
> Ahora sólo queda añadir el caldo. Hay que procurar que esté hirviendo. De primeras, se pueden añadir 4 o 5 cazos, que cubran todo el arroz. Después de hacerlo, con una cuchara hay que repartir el arroz de forma homogénea por la sartén o, como dice Ramonín (@guiaramonin, gran cocinero de arroces) “lo colocamos todo en su sitio”. Salamos (solo si el caldo no lleva sal) y subimos el fuego para conseguir que vuelva a hervir el caldo; debe hacerlo por toda la superficie de la sartén. A partir de este punto, y hasta que se le coge el truco a la preparación del arroz, lo mejor es ir añadiendo el caldo poco a poco, cada vez que vemos que se ha evaporado por completo. Cuando el
arroz lleve 10 minutos cociendo, añadir el brócoli, que se cocina en 5 minutos. En lugar de brócoli, se pueden añadir judías verdes o espárragos, por ejemplo.
> En general, el arroz tardará unos 15/20 minutos en estar listo desde que se añade el caldo. Es importante ir probando, sobre todo cerca del final, para sacarlo del fuego cuando esté listo y no después (ni antes). El arroz no se pasa de forma inmediata, hay bastante margen de error, y aunque es inevitable que alguna vez se nos pase, prestando atención, se consigue un punto perfecto casi siempre. El secreto es probarlo continuamente.
> Cuando el arroz esté hecho, si ya no queda caldo, se puede dejar en el fuego uno o dos minutos más para que se forme el famoso “socarrat”. En este punto añadir las tiras de jamón que se cocinan con el calor residual del arroz.
> Al sacarlo del fuego, conviene dejar reposar el arroz uno o dos minutos. Así conseguiremos que absorba los resquicios de caldo y sofrito que queden en la sartén.
> Preparar arroces es mucho más sencillo de lo que parece. Enseguida se coge práctica y el resultado es tan bueno que sin duda merece la pena superar el miedo, o la pereza, y lanzarse a prepararlos.