Lo genial de esta receta es que se prepara sólo con dos ingredientes: pasta y calabacín. Hay que evitar la tentación de añadirle condimentos. Ni cebolla, ni ajo, ni queso. Nada. El calabacín tiene un sabor suave que a menudo desaparece entre el resto de ingredientes. Con este plato ocurre lo contrario: se potencia su sabor y, de verdad, sabe a calabacín. Como con todos los platos de pasta, es importante dejarla “al dente” y mezclarla vigorosamente con la salsa, proceso de los italianos llaman “mantecatura”.
INGREDIENTES DOS PERSONAS
- Calabacín 2 uds.
- Espaguetis 200g.
- Aceite de Oliva Virgen Extra
- Sal
PREPARACIÓN (Tiempo aproximado: 30 minutos)
> Opcional: para quitar el ligero amargor del calabacín, 20 minutos antes de empezar a cocinar, podemos partirlos por la mitad, a lo largo, espolvorear sal por encima (por la cara interna), y ponerlos boca abajo sobre papel de cocina. Esto hará que suelten parte de su jugo, responsable de dicho amargor. Antes de empezar a cocinarlos, bastará con limpiar la sal con un papel, la mano, o un paño.
> Ponemos una sartén grande a calentar a fuego medio/alto. Mientras se calienta, (si no lo hemos hecho ya para quitarles el amargor) cortamos los dos calabacines por la mitad, a lo largo, y luego en medias lunas de 2 o 3mm.
> En la sartén, echamos un buen chorro de aceite de oliva, que cubra el fondo; esperamos unos segundos a que coja temperatura y añadimos el calabacín. Conforme este vaya soltando su agua, irá también menguando, de manera que no debemos preocuparnos si al principio el calabacín parece un poco comprimido en la sartén: con paciencia, iremos viendo cómo, poco a poco, va ganando holgura en el recipiente.
> Salamos y rehogamos el calabacín durante 10 minutos, removiendo continuamente para que no se agarre ni dore.
> A los 10 minutos, ponemos agua a hervir en una olla. Cuando rompa el hervor, añadimos dos pellizcos generosos de sal y los espaguetis. Mientras hierve la pasta, podemos bajar un poco el fuego del calabacín.
> Cuando los espaguetis lleven unos 6/7 minutos cociéndose y el agua se haya vuelto ligeramente turbia, trituramos con un mini pimer 5 cucharadas soperas de calabacín con dos cazos del agua de cocción de la pasta. El resultado, una crema de color verde intenso, lo devolvemos devolver a la sartén.
> Cuando la pasta esté hecha la escurrimos, reservando un vaso del agua de cocción.
> Añadimos la pasta a la sartén con los calabacines y removemos con energía para ligar la salsa. Si vemos que está demasiado seca, añadimos un poco del agua de cocción que hemos apartado.