Esta ensalada de quinoa es perfecta para el verano, servida fría como un almuerzo rápido o como acompañamiento en una cena. La quinoa se combina muy bien con el calabacín crudo, que aporta un toque crujiente; los tomates, jugosos y ácidos; y la albahaca, que da mucha frescura al plato.
Algunos ingredientes pueden sustituirse, como la albahaca por menta o el calabacín por pepino. Lo importante es mantener ese equilibrio entre frescura, acidez y textura.
Ingredientes (para 2 personas)
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Quinoa: 70 g
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Calabacín: 1 unidad
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Tomates cherry: 170 g
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Judías verdes planas: 150 g
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Aceite de oliva virgen extra: 40 ml
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Ralladura de limón: ½ unidad
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Albahaca fresca: al gusto
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Sal: al gusto
Preparación (30 minutos)
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Hervir la quinoa en un cazo con agua y sal durante 15 minutos.
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Mientras tanto, hervir las judías verdes en otra olla con agua y sal durante 10 minutos.
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Cortar la parte externa del calabacín en trozos pequeños (la parte interna se puede reservar para preparar una crema de verduras).
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Cortar los tomates cherry en cuatro rodajitas y aliñar ambos ingredientes con aceite de oliva y sal.
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Una vez cocida la quinoa, escurrirla y mezclarla con todos los ingredientes.
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Aliñar con un poco más de aceite de oliva, decorar con hojas de albahaca fresca y ralladura de limón al gusto.
Esta ensalada de quinoa es una opción fresca, saludable y versátil, ideal para los días calurosos. Puedes adaptarla fácilmente con los ingredientes que tengas a mano, manteniendo siempre el equilibrio entre textura, acidez y frescura. ¡Perfecta como plato principal ligero o como acompañamiento en una comida veraniega!