Esta ensalada de pollo y huevo duro es perfecta para cuando quieres algo fresco, pero que también te deje satisfecho. Es un plato alto en proteínas, fácil de preparar y perfecto para llevar en tupper y comer frío. Puedes ponerte creativo con el aliño, usando mostaza, vinagre balsámico o simplemente acompañando la ensalada con un buen aceite de oliva virgen extra de alta calidad.
INGREDIENTES (para 2 personas)
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Cogollo o lechuga: 1 unidad
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Contramuslos de pollo: 2 unidades
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Huevos: 2 unidades
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Pan duro: 70 g
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Cebolla: 30 g
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Galmesán rallado: al gusto
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Sal: una pizca
PREPARACIÓN (30 minutos)
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Lava el cogollo o la lechuga, separa las hojas y sécalas con papel de cocina.
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Pon agua a hervir en un cazo. Cuando esté lista, añade los huevos y cuécelos durante 9 minutos.
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Deshuesa los contramuslos de pollo y cocínalos en una sartén durante unos 7 minutos por lado, hasta que la piel esté crujiente.
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Para los picatostes, corta unos trozos de pan, alíñalos con aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal, y hornéalos a 180 °C durante 10 minutos.
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Corta la cebolla en juliana y mézclala con el cogollo y los picatostes.
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Emplata la ensalada, añade el pollo cortado en tiras, el huevo duro en cuartos y el galmesán rallado. Aliña con aceite de oliva virgen extra y sal al gusto.
Esta ensalada templada de pollo y huevo es un plato completo, lleno de sabor y textura. Crujiente, cremosa y fresca a la vez, es ideal para un almuerzo nutritivo o una cena ligera. Puedes adaptarla fácilmente con los ingredientes que tengas a mano y disfrutarla tanto recién hecha como fría al día siguiente.