Fruta ecológica local y de temporada que proviene directamente de nuestra huerta o de pequeños agricultores como nosotros. Respetamos el ritmo de crecimiento de las frutas y las recolectamos en el momento óptimo de maduración para disfrutar de todo su sabor. Evitamos siempre que nuestras frutas pasen largas estancias en cámaras frigoríficas lo que afecta directamente a su sabor y textura. Esta es la razón por la que nuestras frutas ofrecen un sabor intenso y dulce que enamora a todo aquel que las prueba.
FRUTA ECOLÓGICA DE TEMPORADA
Fruta ecológica local y de temporada que proviene directamente de nuestra huerta o de pequeños agricultores como nosotros. Todas nuestras frutas están cultivadas en España evitando desplazamientos desde otros paíases y largas estancias en cámaras frigoríficas.
¿Cómo se cultivan las frutas ecológicas?
Todas nuestras frutas cuentan con certificado ecológico. Esto significa que las frutas se cultivan libres de pesticidas y abonos de sítesis química, no se les añade nada para conservar su apariencia o para que crezcan de un tamaño o forma concreta, simplemente dejamos que las frutas crezcan y maduren a su ritmo. Así, conseguimos frutas de todos los tamaños, nunca de la misma forma y algunas con pequeñas desperfectoss pero lo que de verdad importa es lo de dentro, su sabor y eso si que lo tienen todas en común, un sabor increíble.
¿Cuándo se recolectan las frutas?
Respetamos al máximo el ritmo de crecimiento de cada variedad, dejando que la fruta madure en árbol o en planta hasta que llega el momento óptimo de maduración y podemos recolectarlas. De esta manera, conseguimos que las frutas tengan un sabor intenso y un dulzor natural sin ingredientes secretos. Además, aportan el máximo de nutrientes y vitaminas y su jugosidad es espectacular.
¿Cuáles son las temporadas de las frutas?
Las diferentes variedades de frutas necesitan unas condiciones climáticas específicas para crecer, es por ello que no consumimos las mismas frutas durante todo el año. Como norma general, durante el verano crecen las frutas que necesitan temperaturas cálidas. Estas son las frutas de hueso como melocotón, paraguayo, albaricoque, cerezas, ciruelas y las frutas más jugosas como el melón y la sandía. En invierno crecen frutas que no necesitan tanto calor como las manzanas, las peras, y las mandarinas.
En definitiva, frutas de verdad, frutas que cuando les das un mordisco te llenan la boca de sabor, aquellas que enamoran a cualquier paladar y que no necesitan otros ingredientes para disfrutarlas.